Desde el Espacio Lujan 2 Ciudades y el Centro Cultural José Artigas convocamos a la participación de todos los vecinos de Lujan al Festival Popular que se realizara el sábado 13 de octubre a partir de las 17 hs sobre la calle San Martin frente al Palacio Municipal.
El mismo contara con la presencia de artistas locales, bandas, muestras de fotos, feria artesanal, teatro y radio abierta.
El motivo
que nos convoca a organizar este festival tiene un doble sentido:
En primer
lugar tiene el objetivo de reivindicar al día 11de octubre como el último día
de Libertad de los Pueblos Originarios que habitaron los suelos de Nuestra
América. Estos Pueblos, en los que se anclan nuestras más profundas raíces, fueron
sometidos, esclavizados, perseguidos y, en la mayoría de los casos, asesinados
hasta su desaparición física, en el proceso de Conquista que se inicia a partir
del 12 de Octubre de 1492 y continua hasta nuestros días.
En segundo
lugar, el festival es la primer actividad pública que da inicio a la Campaña Calelian
x Roca que, por un lado, tiene el fin de apoyar concretamente el proyecto de
ordenanza que ha sido presentado en el Concejo Deliberante para cambiar el
nombre de la Av. Julio
A. Roca por el del Cacique Manuel Calelian, a la vez que busca poner en debate
los proyectos de nación subyacentes en las vidas y acciones de estos dos
personajes de nuestra historia.
Los hilos
por los que se entreteje la historia de nuestros pueblos tienen su sello de origen
en el sometimiento de los pueblos originarios. Lo que comienza siendo la
esclavización de estos pueblos por parte de las potencias económicas y
militares europeas, encuentra un límite en las luchas de Independencia de las
Naciones Latinoamericanas; en estas insubordinaciones hacia las coronas de
Europa y su cruel sistema colonial, convivían diferentes proyectos de Nación
que encontraban, en principio, un enemigo común, que era la dependencia
política de Europa. Los procesos de Independencia son una bisagra histórica,
que no solo rompen con los lazos políticos con Europa, sino que cristalizan los
antagónicos proyectos que coexistían.
Manuel Calelian
y Julio A. Roca, son exponentes muy claros de esos dos proyectos de Nación. Por
un lado, un cacique originario, desplazado de sus tierras, condenado junto con
su comunidad al exilio permanente y a la constante persecución, comunidad que,
por otra parte, se edificaba sobre valores pacíficos, que comprendían su
relación con la vida y la naturaleza a través de un respeto mutuo, sin pensarse
como dueños de nada, sino mas bien, como agraciados de su paso por el mundo; y,
por el otro, un militar miembro de la oligarquía local que, anclado en los
ideales del orden y el progreso, no duda en someter, esclavizar y asesinar a
personas con el fin de instalar un modelo de producción “nacional” en beneficio
de minorías ricas.
Calelian es un símbolo de la insubordinación
obligada, de la dignidad que vive en las cenizas que dejo el fuego asesino de la Conquista Permanente
conducida por intereses económicos de pocos; ese fuego con olor a pólvora que
busco destruir material y espiritualmente a esos pueblos, y continuo modelando
un proyecto de Nación que se situó en las antípodas de los sueños
independentistas de San Martin, Bolívar, Artigas y tantos que dieron sus vidas
por una Nación Latinoamericana Justa, Digna y Soberana.
En el reconocimiento de Calelian están las
raíces de esa Independencia nacida desde abajo, desde las venas de esta América
Nuestra, de esta Nación Argentina, que seguimos buscando construir, con
Soberanía y Justicia. Y también, ese reconocimiento, implica dar a luz a los
falsos próceres de la “historia oficial” beneficiados por las matanzas,
despojadores de los bienes de la naturaleza que son de todos y a nadie pueden
pertenecerles, hombres de carne y hueso que hundieron sus sables y apretaron el
gatillo contra quienes defendían la dignidad de sus vidas, con el fin de
acrecentar las desigualdades sociales y modelar un país para pocos, que se
continua desarrollando hasta nuestros días y se acrecienta con el desarrollo de
“imperio sojero” y la minería a cielo abierto, entre otras cuestiones.
Levantar el nombre de Manuel Calelian es parte
de visibilizar la ciudad que debemos construir, que transforme de raíz el estado
de injusticias actual, que también es expresión de esos dos proyectos de
Nación, donde el cuantioso crecimiento del negocio inmobiliario y la
incesante instalación de countries, son la otra cara del espejo que refleja la
ausencia de una política de construcción de viviendas y la concreción de un
banco social de tierras; en el que el aprovechamiento de la red de
infraestructura existente para estos negocios privados, junto con la inversión
en obras que se direccionan a intereses particulares y el turismo, contrasta
con el abandono de los barrios donde habitan las mayorías lujanenses; donde el
crecimiento de formas de producción que benefician económicamente a pocos y
perjudican la salud de todos (como Curtarsa y la abismal siembra de soja, entre
otros) acompañan un estado de abandono del Hospital Municipal pocas veces
visto; en el que pagamos más impuestos los que menores ingresos tenemos.
Visibilizar otra ciudad posible es necesario, reconstruir nuestra historia
desde abajo será la savia de ese proyecto de transformación e igualdad.
En el cambio de nombre de esta avenida
de nuestra ciudad se simboliza una necesaria reivindicación de quienes desde el
pasado alumbran el futuro, orientando las reivindicaciones del presente. Es un
merecido reconocimiento que no debe convertirse en monumento, sino en historia
viva, que nos atraviesa y nos acompaña en los sueños de la construcción de un
país sin desigualdades ni dependencias. Es una pequeña llama que nos ayudara a
encender un gran fuego donde ardan las ansias de Libertad y Rebeldía, donde
encontraremos la luz necesaria para profundizar el camino de un futuro con
Justicia Social y Soberanía.
Organizan:
Lujan 2 Ciudades
Centro Cultural José Artigas