Jueves
18 de Abril del 2013
No somos inocentes. Estamos en un año electoral y, si
bien aún falta mucho para las presidenciales de 2015, las distintas fuerzas
políticas aspiran a aprovechar las próximas elecciones para quedar posicionadas
de la mejor manera ante la discusión que se abre: qué tipo de gobierno sucederá
al segundo mandato de Cristina. Ese es el contexto político concreto ante el
que se produce la convocatoria al cacerolazo del 18-A.
Por eso creemos que no debemos abonar a proyectos
políticos que signifiquen un retroceso para nuestro pueblo, ni mucho menos
hacerle el juego a sectores claramente vinculados con lo peor de la política de
los años 90, cuyo horizonte es la reducción del Estado, las políticas de
ajuste, las privatizaciones y la profundización de las desigualdades sociales
como ocurre actualmente con el gobierno de Macri en la Capital Federal. Llama
la atención que políticos de derecha como Mauricio Macri y Francisco De Narváez
estén convocando a participar de la movilización, así como también que Elisa
Carrió, Hermes Binner e incluso Pino Solanas manifiesten abiertamente su
participación. Hasta la conducción de la CGT de Hugo Moyano convocó a
participar. Todos estos sectores políticos han decidido asumir una prédica
netamente reaccionaria como forma de enfrentar al kirchnerismo, atacando las
conquistas logradas en estos años y siendo indiferentes hacia las enormes
deudas sociales y políticas que nos aquejan.
Los titulares de La Nación y Clarín convocaron todos
estos días a “la movilización opositora” o a la “marcha contra el gobierno”,
mientras la Ley de Medios fue nuevamente trabada por la Justicia.
Definitivamente atrás ha quedado la idea de que se trataba de movilizaciones
“autoconvocadas” de ciudadanos sin ideologías ni intereses políticos. Esto se
da a su vez en un momento donde la derecha imperialista ha pretendido retomar
la ofensiva sobre los procesos de cambio en curso como ocurre en Venezuela con
el no reconocimiento del triunfo del Presidente de la República Bolivariana
Nicolás Maduro. No nos sorprenderá en lo más mínimo encontrar en la marcha
carteles que anuncien que “no queremos ser una nueva Venezuela”.
Las muertes y los daños producidos por las
inundaciones volvieron a poner en evidencia la existencia de una enorme
desigualdad en nuestro país. Mientras unos pocos empresarios se enriquecen el
pueblo trabajador sufre la inflación, el injusto sistema tributario y el
trabajo flexibilizado y en negro. Estos son algunos ejemplos de lo que genera
bronca en nuestro pueblo. Bronca que debe sin duda organizarse. Son también
algunas de las cuestiones que sentimos y denunciamos día a día, organizándonos,
fomentando la lucha y apostando a la movilización popular.
Desde el Frente Popular Darío Santillán –
Corriente Nacional y Marea Popularentendemos que
seguramente haya miles de personas con legítima voluntad de salir a protestar
este jueves 18 de Abril, pero también comprendemos que un cambio real de la
situación implica pensar una nueva política donde construyamos día a día un
proyecto de país anclado en el protagonismo popular que logre las
transformaciones estructurales que nuestro pueblo necesita. Hablamos de un país
socialmente justo, con soberanía popular y con una economía sostenible que
utilice racionalmente y de forma planificada nuestros bienes comunes para su
conservación.
El pueblo trabajador no debe dejarse conducir por
aquellos que sólo quieren defender sus intereses a costa del pesar popular. Por
eso no vamos a participar ni convocar a la movilización y protesta del 18-A. No
obstante, seguimos trabajando todos los días por lo que entendemos es uno de
nuestros mayores desafíos para transformar este país: construir una alternativa
política superadora a partir de la unidad y el protagonismo de nuestro pueblo.
Twitter: @FPDScorriente
Twitter: @MareaPopular