www.elcivismo.com.ar
El acto
se realizó el sábado en las instalaciones de la escuela autogestionada para
jóvenes y adultos. Emocionados, los egresados aseguraron que se trató de una
experiencia liberadora e instaron a otros a sumarse porque “no hay edad para
estudiar”.
LA
EXPERIENCIA EDUCATIVA DEL BARRIO AMEGHINO
Todo puede cambiar. Al menos así lo
entienden quienes, con distintos mecanismos, intentan construir “un mundo
diferente”. En ese sueño que se comparte y se construye de a muchos, la
educación cumple un papel fundamental. Será por eso que allá por octubre de
2008 varios soñadores comenzaron a pergeñar un espacio educativo distinto que
funcionara en el barrio Ameghino. El lugar tampoco parecía un capricho, sino
parte de un todo que generaba más interrogantes que certeza. En uno de los
vecindarios más estigmatizados de Luján se buscaba poner en marcha una escuela
para jóvenes y adultos. La iniciativa planteada por el Movimiento de Trabajadores
Comunitarios (MTC) encontró rápida recepción en educadores que, sin
necesariamente pertenecer a la organización social, decidieron sumarse al
sueño.
El sábado esa aspiración arrojó sus frutos. El Bachillerato Popular Carlos
Fuentealba tuvo su primera fiesta de egresados. En total fueron 10 los
estudiantes que lograron completar los tres años, obtener su diploma y cumplir
un objetivo personal desde una experiencia colectiva que les hizo conocer la
primera persona del plural mucho mejor que cualquier clase de lengua.
“Nosotros” se transformó en una palabra cargada de significado que acompañó
todo el proceso.
La experiencia comenzó a materializarse bajo el sol ardiente de enero. En el
verano de 2009, dos meses antes del ciclo lectivo, los ladrillos dieron altura
a la utopía sin más recursos económicos que los obtenidos gracias a la
solidaridad de la comunidad y con los saberes de algunos vecinos como guía de
las arduas jornadas de construcción. La metodología se repitió los años
siguientes, aunque la cantidad de manos había crecido con el aporte de los
estudiantes y sus familias.
EL ACTO
Además del egreso de sus primeros
estudiantes, el bachillerato popular celebró la reciente oficialización
otorgada por el Estado provincial, luego de interminables gestiones compartidas
con otros espacios educativos de similares características que también
funcionan en territorio bonaerense.
En Luján, esa reivindicación contó con la colaboración de la jefa distrital de
Educación, Cristina Protolongo. A días de abandonar su cargo, la funcionaria
saludó a los egresados y consideró que la convocatoria del sábado se trató de
“una fiesta hermosa que nos permite celebrar juntos todo este tiempo de
esfuerzo y trabajo compartido”.
Protolongo recordó a Paulo
Freire, el pedagogo brasilero cuya prédica y práctica a favor de una educación
liberadora para los sectores populares lo mantiene como un referente permanente
de muchos educadores.
“Nosotros que hemos estudiado a
Paulo Freire, uno ve que se concreta su teoría. Los profes de lengua
aprendiendo a poner ladrillos, las profes de matemática aprendiendo a revocar…
Lo que se ha dado acá es maravilloso. Gracias a la comunidad que se propuso
esto. Freire dice que la educación es un acto de fe, porque si no creyéramos
que un mundo mejor es posible nada de esto se hubiera hecho. También dice que
es un acto de esperanza, porque pensamos que la educación nos sirve para
transformar el mundo. Este mundo, el de todos ustedes, se ha transformado
realmente. Me parece que es un ejemplo que con la lucha las cosas se pueden
hacer y en Luján estamos muy orgullosos”, expresó Protolongo. En la ocasión se
agradeció, además, el aporte efectuado por Rosana Dovigo, inspectora de la rama
Adultos.
Carolina Francia, formalmente
directora del bachillerato, recordó que hace tres años “este proyecto era nada
más que una idea, un sueño que teníamos unos pocos para muchos y para muchas”.
En tal sentido, expresó que “desde un principio estuvo muy en clara la decisión
de construir con otros, de construir entre todos una escuela desde los
cimientos, desde el barrio marginado”.
“En el bachillerato todos los días, todos y todas, enseñamos y aprendemos.
Creemos que la educación tiene la potencialidad de transformarnos, de
transformar la relación entre nosotros, de brindarnos herramientas que nos
permitan reflexionar sobre nuestra historia y presente. El bachi es de ustedes
y de todos los que lo construimos día a día, los que luchamos por una educación
popular y liberadora al servicio de los trabajadores, buscando despertar esa
mirada crítica que nos rebela frente a las desigualdades y nos hace fuertes
para continuar construyendo nuestro camino”, agregó Francia.
Por su parte, la profesora María
Mazza destacó el trabajo realizado por los primeros jóvenes educadores que le
dieron vida al bachillerato. Al respecto, expresó que “este espacio no ha
nacido por iniciativa de la Nación o de la Provincia, no ha sido subsidiado por
ningún banco mundial”. Por el contrario, “ha nacido a partir de jóvenes
luchadores que admiro profundamente, ellos me recuerdan a otro joven que
conocí, a Darío Santillán”. Mazza aseguró que si bien Santillán fue asesinado
cuando apenas tenía 21 años, “al ver hoy que otros jóvenes levantan sus
banderas, yo me siento feliz porque sé que él está contento”.
La profesora destacó el ejemplo
de Carlos Fuentealba, el docente que también cayó por balas estatales durante
una protesta: “Igual que nuestros estudiantes, Carlos tenía grandes
dificultades económicas. Le costó terminar la primaria. Trabajó en distintos
lugares, hasta que empezó a trabajar para ser docente. Tanto los chicos que se
juntaron para crear este sueño, como los estudiantes, son jóvenes del sol, como
Darío y Carlos”.
El acto de colación también
incluyó una obra de teatro preparada por los estudiantes de 1º y 2º año. Los
presentes compartieron una cena a la canasta y bailaron para festejar el
objetivo cumplido.
Sensaciones
- “Algunos días no queríamos venir, queríamos aflojar y dejar todo por la
mitad. Pero llegamos con la ayuda de todos los profes y las familias, que nos
apoyaron desde un principio. Agradezco a mi esposo, a mis hermanos. A todos los
chicos que todavía no se decidieron, les digo que vengan, es una experiencia
muy linda, nunca se van a arrepentir. No hay edad para estudiar, para
aprender”. (Marina Verón)
- “Te escribimos para decirte que
en este día tan especial estamos orgullosos de la mamá que tenemos. Vos estás
siempre, en las buenas y en las malas. Te amamos. Sabemos que pudiste terminar
tus estudios con mucho esfuerzo, con compromiso, voluntad y muchas ganas.
Entendemos cuando nos decís que tenemos y podemos terminar nuestros estudios
para poder mantener nuestras familias. Sos la mejor madre, compañera y abuela”.
(Los hijos de Josefa Melo)
- “Este es un barrio tan marginado… Quiero dedicar este logro a mi familia y en
especial a mi papá, que no está acá pero estaría orgulloso. El saber no ocupa
lugar, no tiene tiempo, no quita especio. Representa la gratificación de saber
y poder expresarnos libremente. Estudiar nos abre la cabeza y nos hace libres.
Me siento gratificada, muchas gracias por eso”. (Fabiana Gorosito)
- “Quiero agradecer a los profesores por la buena onda y por darnos esta
oportunidad que hoy tenemos de poder terminar el colegio. Gracias a mi familia
porque estuvo constantemente apoyándome y a cada uno de mis compañeros que me
aguantaron con mis rayes (risas)”. (Carina Carrera)
- “Le quiero agradecer a los profesores por aguantarme ante el año difícil que
tuve en 2010. Gracias especialmente a Lore (profesora del bachillerato) que
vino especialmente a entregarme mi diploma. Este año la extrañé. Espero que me
venga a visitar porque fue mi psicóloga durante dos años (risas). Ella fue la
culpable de mi cambio, porque me dijo que tenía que dejar salir a la otra Eugenia.
Le hice caso... pero salió demasiado (risas). (María Eugenia Zárate)
- “Le quiero agradecer a los profesores que nos han aguantado todos estos años.
A cada una de las familias. En especial quiero agradecerles a mis hijos y a mis
padres que me han bancado todo este tiempo. También a cada uno que se ha
interesado por nuestro bachillerato, a cada uno que puso un ladrillo, que puso
su tiempo”. (Mariela Salinas).
Los egresados
Nélida Castellano, Fabiana
Gorosito, Carina Carrera, Tomás Mc Carthy, Ramón Melián, Josefa Melo, María
Rosa Rodríguez, Mariela Salinas, Marina Verón, María Eugenia Zárate.
Dime cómo te llamas...
El nombre que designa al
bachillerato popular del barrio Ameghino fue votado por estudiantes y docentes.
Para eso se abrió una primera instancia de propuestas, que luego fueron puestas
a consideración. La votación abarcó unas cuatro alternativas, entre ellas “La
estrategia del caracol”. Finalmente, por mayoría, la escuela fue bautizada con
el nombre del maestro neuquino asesinado el 4 de abril de 2007, mientras
participa de una protesta docente.
Más información: