“…Para
que todos juntos, trabajadores, estudiantes, hombres y mujeres de todas las
ideologías, de todas las religiones, con nuestras diferencias lógicas, sepamos
unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del
hombre, sino su compañero y su hermano…”
Agustín Tosco
Desde hace más de 10 años el Frente Popular Darío Santillán – Corriente
Nacional viene trabajando, luchando y organizándose junto al pueblo en la
ciudad de Luján. En estos años, entendimos que la política es una herramienta
que debe estar puesta al servicio de la transformación social, y que participar
en política es una forma de encarar la vida que ayuda a escapar del
individualismo que nos propone el sistema capitalista. Aprendimos que trabajar
por los demás es una buena forma de mantener la cabeza despierta, el corazón
sintiendo y los sueños vivos. Aprendimos que los desafíos hay que encararlos
con la humildad y la paciencia de los pueblos que saben que aspiran alto, con el objetivo de transformar la sociedad.
Así lo hicimos todos estos años; allí
nos vieron… en las calles, en los barrios, en la universidad, en las escuelas;
con algunos logros más visibles, como la construcción de los dos únicos Planes
de Viviendas Populares de las últimas décadas, o la conformación del
Bachillerato Popular “Carlos Fuentealba”, o el impulso del Centro Social y
Cultural “José Artigas”, y otros no tan conocidos, pero no por eso menos
importantes. Estas conquistas, claro está, no son suficientes para cambiar las
injusticias que nos rodean, pero son buenos antecedentes para pensar hoy la
sociedad que queremos para el futuro.
Es un hecho que desde hace varios años
como pueblo depositamos mayores expectativas en los cambios que se producen a
partir de las elecciones, y de la voluntad de las mayorías en el rumbo de las
cosas, en la Argentina
y en Latinoamérica. El 2013 nos encontró con estas discusiones, y en varios Plenarios tomamos la decisión de
participar en las elecciones municipales este año junto con otras
organizaciones populares de Luján, con la perspectiva de construir una Fuerza
Nacional en los próximos años.
Reconocemos los avances que ha
realizado el país durante el gobierno kirchnerista en materia de derechos
humanos y sociales: los juicios a los genocidas, la Asignación Universal,
el Matrimonio Igualitario o la Ley
de Medios Audiovisuales; también entendemos positiva la reafirmación de la
soberanía en algunos aspectos, como la estatización de una parte de YPF y el
Fondo de Previsión Social, pero no nos entusiasma el futuro que nos propone el
Gobierno Nacional; con la persecución de los pueblos originarios, el saqueo de
la naturaleza y nuestros bienes naturales: con la mega minaría y la soja, donde
la economía es gobernada por 10 empresas multinacionales, o donde se continúa
con el desmantelamiento de los transportes públicos cuyo peor desenlace es la
tragedia de Once.Tampoco nos es ajeno que mientras un número creciente de
trabajadores y trabajadoras pagan un impuesto al sueldo y son sometidos a una
precarizacion de la condición laboral con la nueva ley de ART, más del 30% por
ciento de los argentinos en condición de trabajar están fuera del sistema
laboral formal.
En fin, entendemos que
las organizaciones populares debemos aportar voluntades en el desafío de
superar el modelo actual, y vemos grandes posibilidades de librar nuevas
batallas para construir un país con más justicia social, con una profunda y
definitiva distribución de la riqueza, con soberanía nacional, y atado definitivamente
a nuestros hermanos países del continente en un destino común. No por esto creemos
en los atajos que proponen los políticos reciclados en “frentes progresistas”
ni, por supuesto, en las derechas Latinoamericanas que hacen golpes de estado
aquí y allá. Creemos en el camino más difícil, el que apela al pueblo como
único protagonista de los cambios por
venir.
Más acá, en Luján, se vienen
construyendo desde hace décadas dos ciudades: Una de confort, protección y seguridad para los sectores
privilegiados, con grandes Countris, clubes de polo, lujosas escuelas privadas,
mucha infraestructura pública y grandes inversiones en complejos comerciales
para gente exclusiva. Y otra ciudad, la de la juventud y las familias que no se
resignan al abandono en el que están los barrios, ni a soportar las largas
colas en el hospital, ni a la contaminación del río, ni al basural a cielo
abierto; que se juntan en los clubes, en las organizaciones vecinales, en las
escuelas, en los festivales musicales; que con gran esfuerzo pagan alquileres
expulsivos, y sueñan con una parcela de tierra donde criar los hijos; la ciudad
de los que se organizan para hacer reclamos por obra pública, para formar las
cooperadoras escolares, para que existan alternativas culturales y deportivas.
La disputa entre estas “dos ciudades” está en curso, vigente. Es tarea del
presente comprometerse, participar y hacer pesar más un lado de la balanza.
Soñamos con un País y una ciudad con
mayor protagonismo del pueblo en las grandes decisiones, que ataque las
desigualdades estructurales y distribuya las riquezas, en donde los que más
ganaron estos años sean los que más paguen, en donde mejore la calidad de vida
de los vecinos y vecinas, donde la educación, la salud, el trabajo, el hábitat
saludable y el respeto por la
Naturaleza sean temas de primer orden. “Buen Vivir”, le dicen nuestros hermanos Aymara.
“Patria
Grande”
se llama la herramienta electoral que nos proponemos construir junto a todos y
todas los que quieran acompañarnos. El nombre no es casual, se debe a que como Frente Popular Darío Santillán –
Corriente Nacional levantamos con firmeza y decisión las banderas de la Justicia Social, de la Independencia Económica, de la Soberanía Popular y la Democracia Participativa que
enarbolaron aquellos que estuvieron mucho antes que nosotros en la misma pelea,
y abrieron esta senda libertaria: San Martín, José Artigas, Simón Bolivar,
Juana Azurduy, Mariano Moreno, Tupaj Amaru, Evita, el Che Guevara, Hugo Chávez
y tantos otros y otras. Porque creemos que en nuestro continente
Latinoamericano se encuentran las mayores posibilidades de Cambio y Revolución
del mundo entero reivindicamos y defendemos al Pueblo de Venezuela y a la
revolución Bolivariana que nos ilumina el camino. Nuestro corazón es de color Rojo y Celeste, como los colores de la Bandera Federal creada por José
Artigas, el Protector de los Pueblos Libres, y levantada por los Gauchos de
Guemes, el Chacho Peñaloza y Felipe Varela. También los del Gauchito Gil y las
creencias religiosas populares. Son los colores de nuestros pueblos
Latinoamericanos.
Estas palabras no intentan ser una
declaración donde unos hablan y otros escuchan, son una invitación a la
participación activa de todos y todas. La
política no puede seguir siendo propiedad de “políticos profesionales” que
administran siempre la cosa pública para los poderosos, sumate a recuperarla
como instrumento para cambiar la sociedad y hacer de Luján y del mundo un lugar
más digno para vivir.